Hace 4 años Star Wars: Jedi Fallen Order arrasó en los premios Titanium. Más allá del nombre y del buen hacer de Respawn no creo que obtuviese la notoriedad merecida.

Por ejemplo, en su semana de lanzamiento en UK, que siempre es un buen medidor, Star Wars Jedi: Fallen Order fue el segundo mejor estreno de la pasada semana. Pero sus ventas fueron un 33% inferiores a las que registrara en su momento Star Wars: Battlefront II.

Es decir, no estamos hablando de un fracaso, ni mucho menos, sí de número notables para lograr una secuela, afortunadamente, pero creo que algunos conceptos jugables (demasiadas mezclas) tiraron para atrás un buen número de jugadores y lo alejaron de una popularidad superior.

Pero volvamos a los Titanium. El título de Respawn Entertainment se llevó los tres premios a los que había sido nominado, incluida la categoría reina: Mejor Juego del Año. Se adjudicó también la de mejor videojuego de su género, Aventuras, y la de Mejor Diseño de Juego.

“Tocar el corazón de las personas, mientras juegan, es la razón por la que los diseñamos y realizamos. Todos en el equipo son enamorados de Star Wars y ha sido para ellos un sueño hecho realidad trabajar en este título”, sostuvo Samantha Parker, Jefa de Operaciones de Respawn.

Además, en 2021 se lanzó la versión para consolas de nueva generación, que incorporaba las siguientes mejoras técnicas:

Texturas y recursos de alta resolución
Resolución 4K/HDR
Rendimiento de 60 FPS mejorado
Tiempos de carga considerablemente más rápidos

Dicho todo esto, he estado jugando últimamente a Jedi Fallen Order versión PS5 y me ha impactado gratamente. Técnicamente espectacular (a muchos títulos de 2023 ya les gustaría mostrar esa calidad), jugablemente es menos exigente de lo que parece.

Cuando se anunció una aventura en tercera persona de Star Wars, yo me esperaba algo estilo God of War pero con poderes Jedi y un estilo bastante cinematográfico.

En las primeras reviews se citaba la excelencia técnica, la buena historia, un personaje interesante com Cal Kestis, pero también escenarios con estructura estilo Dark Souls.

Se describieron, por ejemplo, en Hobby Consolas como “retorcidos, llenos de caminos alternativos, y en los que tenemos que ir abriendo atajos”. También el ‘drama de salvar partida’, que no puedes hacerlo en cualquier momento.

“En Jedi Fallen Order no tenemos hogueras para salvar la partida, recuperar la energía y hacer que los enemigos reaparezcan… pero sí que contamos con puntos de meditación, que tienen la misma función (y que también nos permiten mejorar nuestras habilidades)”. Ojo que no fue una mala crítica, de hecho se llevó un 90 sobre 100.

Pero como no soy para nada amante de los Souls ni de los Metroidvania, todos estos elementos me echaron en su momento para atrás. Y creo que no fui el único. Insisto demasiadas combinaciones y complejidades. Después del desencanto con los Battlefront, solo quería disfrutar de una buena aventura cinematográfica.

Y la verdad es que todo esto me alejó de un título excelente, que, para los que sois como yo, sorprende y se hace mucho menos pesado de lo esperable. Y ese era el miedo, que la innecesaria complicación, la pesadez forzada, el reto de los absurdo pudiese a la calidad de la historia.

Star Wars: Jedi Fallen Order tiene una gran historia para los amantes de la fuerza y sus contradicciones, sus batallas interiores y los diferentes caminos a seguir, esa escala de grises que a priori nunca se contempla de inicio.

Respawn hizo una gran aventura con elementos souls y metroidvania, pero digeribles para todo el mundo. Sí, puedes disfrutar de la historia y avanzar de forma ágil aunque signifique recorrer de nuevo el escenario para volver a la nave una vez terminada tu misión.

Si a esto le sumamos un arbol de habilidades interesante y un compañero como BD-1, que por carisma y habilidades se convierte en imprescindible, Jedi Fallen Order es un must para cualquier fan de la saga.