En unos años acostumbrados a lidiar con el caos de las fechas de lanzamiento, casi siempre marcadas por el retraso, nos sorprendió muy positivamente la llegada de Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge. Pero también nos acarreó algunas dudas. ¿Se habrán precipitado? ¿No necesitaban más tiempo para pulirlo? Afortunadamente la respuesta es que el nuevo videojuego de las Tortugas es probablemente el mejor que se ha hecho y lo dice alguien que ha sido y es muy fan del mítico arcade de Konami.
Una BSO de ensueño:
Y es que el trabajo de Tribute Games roza el excelente en cada apartado, pero sorpresón mayúsculo con la BSO de Shredder’s Revenge. Desde la intro, pasando por el enfrentamiento con Shredder’s, este apartado es de matrícula de honor. Siempre es algo que destaco ya que, al menos a mí, me ayuda muchísimo a meterme en el juego. Digamos que es un poco la antítesis a la horrible BSO de Streets of Rage 3, notable título que se hunde por momentos por estar poco pulido y por una filosofía demasiado experimental en ese apartado.
Un modo historia fantástico:
Volviendo al título que nos ocupa, otra de los puntos fuertes a destacar es el modo historia, lleno de desafíos y extras que invitan la rejugabilidad de forma descarada. Pasarte las fases completando desafíos como por ejemplo destruir robots con un ataque especial, un movimiento aéreo o evitar chocar con obstáculos un número determinado de veces, no sólo es un extra de motivación, también es una suerte de tutorial muy sutil que te ayuda a entender la variada gama de movimientos.
Si a eso le sumamos la búsqueda de secretos dentro de las fases rompiendo determinados objetos y encontrando personajes ocultos que te encomiendan la misión de recuperar algunos de sus preciados bienes (cintas de VHS, colección de diarios, bichos…) hacen del modo historia un acierto total y algo muy replicable para futuros ‘yo contra el barrio’.
Además, otro de los retos es subir el nivel máximo de cada tortuga para desbloquear todas sus habilidades. Y ese es otro punto importante a destacar. Más allá de que en diseño poco se diferencien, cada tortuga tiene movimientos y habilidades bastante diferentes, con Leonardo como siempre el más equilibrado y opción recomendada para jugar en solitario. No hemos podido probar en profundidad el multijugador, pero esas habilidades diferenciadas de las tortugas claramente están pensadas para se complementadas en partidas con amigos.
Pixel Art en movimiento:
Otra cosa que nos tenía un poco en vilo era el apartado gráfico. Las primeras impresiones meses atrás la sensación fue un poco ‘meh’ pero, por suerte, una vez más han superado nuestras expectativas. Aquí hay un debate bastante vivo sobre el videojuego retro: pixels o filtros. Personalmente me inclino por la segundo ya que la experiencia en las TV de antaño es lo que ofrecen algunos filtros. Otros, lamentablemente te arruinan la experiencia. Sin ir más allá, las scanlines de Mega Drive Mini para mi son horribles. En cambio en Super NES Mini son una gozada.
En Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge no puedes seleccionar ningún tipo de filtro. Pero no hace falta. Eso es puro ‘Pixel Art’ en movimiento. Los escenarios con los enemigos interactuando, la paleta de colores (casi más cerca de los 8 bits en algunas escenas) super acertada y, especialmente, la fluidez en los movimientos de las tortugas hacen del conjunto algo notable, a pesar que no llegue a la excelencia de los otros apartados. No hubiera estado mal la opción de meter scanlines y que, a lo mejor, el diseño de las tortugas hubieses sido un pelín más diferenciado, pero como nos basamos con la serie de animación se entiende perfectamente la decisión de Tribute Games.
Si que lógicamente hay más variedad con April o Splinter por ejemplo. Por cierto, dos incorporaciones (junto a la de Casey Jones) que son motivo de aplauso, especialmente porqué la rejugabilidad aumenta aún más.
Finalmente, si quieres acción directa, sin posibilidad de guardar partida y con cierta dificultad añadida, el modo arcade te encantará. Aquí se rinde tributo a las recreativas de Konami. Pero es un modo que tiene sentido como extra, porqué sin el principal claramente estaríamos hablando de un buen título pero lejos de la excelencia.
En definitiva, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge es, junto con Streets of Rage 4, el mejor beat em up que puedes disfrutar en tu consola actual. Perfectamente actual, pero conservando la magia de los arcades de los 90. Después de cada fase hay ganas de jugar a la siguiente, descubrir que planes diabólicos nos deparan Shredder y Krang y explorar los que secretos nos aguardan. Eso es justo lo que pedimos a este género en la actualidad.
Hemos realizado la review versión Switch gracias a un código facilitado por Dotemu – Cosmocover