Análisis Starfield en Xbox Series S
Pasaron 8 años y finalmente Starfield vió la luz. Un período de desarrollo que, al igual que pasó con Red Dead Redemption 2, es importante recalcar y queda justificado después de completar las misiones principales, de facciones y actividades de la nueva obra maestra de Bethesda.
Y aquí finalizan las comparaciones con el título de Rockstar, porqué el enfoque del equipo de Todd Howard es sumamente diferente. Si empezamos con lo visual, estamos ante un motor gráfico (Creation Engine) casi desfasado pero muy sólido y que funciona. En este aspecto, Bethesda ha optado por lo seguro como base para ser más creativos (y brillantes) en otras áreas, por ejemplo en el diseño.
El arte de Starfield
El arte de Starfield (Istvan Pely) es de lo mejor que se ha visto en un videojuego. Y no estoy hablando de los diseños de las naves o personajes que pueda crear la comunidad, me refiero a los diseños que esta Space Opera interactiva nos regala en cada interior, con cada traje que recolectamos y planeta (poblado) que visitamos.
El mimo y la reflexión que hay detrás de cada detalle compensan desde mi punto de visto cualquier critica que algunas texturas de calidad más que cuestionable puedan aparecer.
Para entender el porqué de este resultado puede ser interesante recuperar el vídeo de desarrollo publicado en 2022 (Hacia el campo estelar) en el que Todd Howard, el Design Director Emil Pagliarulo, el Lead Quest Designer Will Shen y el propio Lead Artist Istvan Pely hablan sobre como trasladan su seña de identidad en el juego.
Y creo que han logrado un objetivo básico: No provocar indiferencia. No obstante, han habido muchas críticas bastante feroces, empezando por el diseño del menú principal, los mapas y lo lioso que puede ser el viaje entre planetas/misiones. Por no hablar de las tediosas escenas animadas cada vez que viajas y aterrizas/despegas con la nave. Eso es algo sin duda a mejorar y estoy convencido que lo harán.
Un ritmo no apto para todos los públicos
Empezar Starfield y sentirte cómodo no es baladí. Muchos han cuestionado si empezar como minero, con toda la poca épica que entraña, es acertado. Después de muchas horas de juego no puedo estar más de acuerdo, pero también entiendo que pueda dejar una sensación de cierta frialdad.
Y es que el ritmo que impone (o mejor dicho, no impone) Starfield requiere una inversión de fe por parte del jugador. Eso no es God of War o Marvel’s Spider-Man con una intro completamente cinemática. Estamos ante un ritmo mucho más lento, contemplativo y al mismo tiempo abrumador, a medida que avanzas. La épica está en manos del jugador, al menos hasta que no llegas hasta cierto punto de la historia.
Y lo digo yo que soy un acérrimo amante del single player, cinematográfico y con un personaje diseñado previamente e inamovible. La personalización siempre me ha dado un poco de pereza, es como dejar demasiado en manos del jugador. Pero en Starfield tiene todo el sentido del mundo.
Se trata de aceptar o no lo que te ofrece Bethesda. Si estás dentro vas a disfrutarlo como un enano. Si buscas otra cosa, no pierdas el tiempo. Tu marcas el ritmo y nadie más. Y por eso o por simplemente disfrutar de las casi infinitas posibilidades que te brinda el juego me he tomado mi tiempo para realizar este análisis.
La historia
Si estamos ante uno de los títulos single player que debería marcar una época, la historia o historias que ofrece Starfield deberían estar a la altura de las circunstancias. Y, afortunadamente, lo están.
Starfield es una space opera y creo que por eso está gustando a gente como David Jaffe, creador de Gof of War. Sus declaraciones no dejan lugar a dudas: “Si os encantan las aventuras de acción en primera persona, os lo debéis. Es fácilmente uno de mis tres mejores juegos de todos los tiempos”.
Existe una misión principal bastante interesante, con algunos lógicos bajones de ritmo, pero que merece la pena. Ojo antes de la misión final, hay un punto de no retorno que condiciona muchísimo el post-game. Recomiendo encarecidamente guardar varias partidas.
Pero lo que me ha encantado han sido las misiones de facciones. Creo que aquí es donde influye y tiene más sentido la personalización y la selección inicial del background de tu personaje. En mi caso, escogí la Vanguardia UC, un cuerpo estilo marine de ley y de orden diseñado para proteger las ciudades y sus ciudadanos.
No voy a desvelar nada del argumento, ni de la historia principal ni de las facciones, pero huelga decir que el trabajo realizado es espectacular. No estamos hablando de misiones secundarias estilo mensajero (algunas hay), esto podría ser casi el contenido de un título independiente o un DLC bastante generoso. A la altura de Red Dead Redemption 2.
Diseño de naves, armas, investigación y exploración
Y este es a lo mejor el punto más controvertido de Starfield. No estamos ante No Man’s Sky, ni de lejos. La exploración de nuevos planetas y obtención de recursos es algo debía estar pero que no se ha resuelto de la mejor manera posible. Digamos que simplemente no engancha. Es un apartado cargado de buenas intenciones, pero a veces quien demasiado abarca… Lo mismo pasa con el diseño de las naves o el crafting en general.
Pero esto, obviamente, es muy subjetivo. La comunidad está mostrando diseños de nave sencillamente espectaculares.
Conclusión
Starfield es una obra maestra con defectos. Y tiene este estatus porqué estamos ante algo único, fruto de muchos años de trabajo y una visión única y diferencial. Perderse en su mundo, ahondar en sus personajes y vivir las casi infinitas posibilidades que ofrece su mundo es muy difícil de encontrar.
Efectivamente hay asignaturas pendientes como la mejora de los mapas, el viaje rápido, el crafting y la exploración, pero lo excepcional que brinda la experiencia a nivel de diseño, arte y argumento compensa sobradamente estos defectos.
Starfield es algo que cualquier amante del single player, el mundo abierto y la ciencia ficción no debe dejar pasar.