Si retrocedemos hace 2 años, Super Lucky’s Tale se lanzó como exclusivo de la potentísima Xbox One X. Se trataba de un colorido y nostálgico plataformas que fue considerado en cierta mesura una decepción porqué todo el mundo esperaba una demostración de las capacidades de la nueva consola de Microsoft. Sin duda todo un ejemplo de bad timming. Pero nunca hay que tirar la toalla y ahora con el lanzamiento de New Super Lucky’s Tale para Nintendo Switch se demuestra el porqué.
Ahora es el momento de que Super Lucky’s Tale tenga un “Nuevo” colocado en el título y obtenga una segunda oportunidad en el Switch. También es un buen trabajo, porque el sistema de Nintendo se adapta mucho mejor al juego; uno donde sus colores llamativos y sus ambientes amorosamente diseñados pero geométricamente simples pueden recrearse sin demasiado impacto en la visión original. Y es una visión con la que probablemente querrás participar si eres fanático de los viejos tiempos de los juegos de plataformas de la era PS2.
New Super Lucky’s Tale cuenta la historia de Lucky, un joven zorro al que se le ha encomendado la difícil tarea de proteger el Libro de las Edades de un gato llamado Jynx, que está tratando de robarlo. El Libro de las Edades contiene portales a mundos enteros, por lo que su seguridad es extremadamente importante.
El objetivo general es jugar a través de las diversas etapas de cada mundo y recoger tréboles, que son necesarios para ayudar a recuperar el control del Libro de las Edades. En su mayor parte, cada etapa tiene cuatro tréboles, cada uno ganado de una manera diferente: obtienes uno por simplemente terminar el escenario, uno por recolectar 300 monedas en el escenario, uno por encontrar las cinco letras que deletrean LUCKY, y hay otro uno oculto escondido.
El control de Lucky es simple e intuitivo. No hay nada peor que la complejidad innecesaria en este tipo de videojuegos. Saltar, doble salto, golpe con la cola, excavar… Todo super justificado y muy fluido. Y eso último es vital.
Me ha gustado especialmente el dinamismo y la fluidez. Avanzas sin complicaciones disfrutando de un mundo colorido y con personajes relativamente graciosos a los que debes dedicar tu tiempo. Tampoco estamos hablando de un título frenético.
Además del juego principal, New Super Lucky’s Tale también integra las dos expansiones DLC que se lanzaron para la versión Xbox. Gilly Island lanza algunos niveles adicionales con el objetivo general de destruir un conjunto de altavoces para detener a un gato enemigo que canta una canción (realmente) terrible en el mundo central. Mientras tanto, Guardian Trials es una serie de etapas más difíciles (completadas con un ingenioso tema de los años 80), diseñado para dar a los jugadores un desafío final.
Al final se trata de un gran homenaje a los plataformas 3D de PS1 y PS2 y, si en su momento te encantaron, sin duda New Super Lucky’s Tale se postula como gran regalo de Navidad. No tiene la complejidad de un Super Mario Odyssey, pero tampoco la necesita. Es un producto excelente e intergeneracional. Padres e hijos pueden disfrutar por igual de un título que, ahora sí, merece toda atención del mundo.