Hubo un momento en el que parecía peligrar el desarrollo de Ghost of Tsushima. Sin noticias, con rumores sobre problemas de desarrollo… Nos temimos lo peor y, sinceramente, hubiese sido una verdadera desgracia. Básicamente porqué nos habríamos perdido uno de los mejores títulos de PS4, casi diríamos el mejor exclusivo. En este análisis Ghost of Tsushima (sin spoilers) intentaremos argumentaros porqué creemos que la obra de Sucker Punch es clara candidata al GOTY (Game Of The Year) y compartiremos nuestra experiencia después de haber completado toda la historia principal y todas las misiones secundarias.
Desarrollado por Sucker Punch, Ghost of Tsushima nos hace vivir una intensa aventura inspirada en la primera oleada invasora de Mongolia a Japón en el siglo XIII. En este contexto adoptarás el papel de Jin Sakai, samurái que deberá emprender un duro camino personal dejando atrás su código de honor para tener opciones de derrotar al líder mongol Khotun Kan.
Un mundo abierto sin barreras de entrada
Mientras que en general la crítica de los usuarios que ha recibido este título es realmente buena (9.3 en Metacritic), la crítica profesional no ha sido exactamente así. Algunos argumentos en contra dicen que es un mundo abierto que no arriesga, que coge cosas ya vistas en Read Dead Redemption o Zelda y lo mezcla de forma conservadora.
A menos que haya alguna sorpresa este será el último exclusivo de PS4. Es normal mirar hacia atrás y buscar un buen cierre. Fijarse en las grandes obras maestras de los últimos años e intentar mezclar todo lo bueno en un cóctel complejo, pero al mismo tiempo accesible para cualquier tipo de jugador, y hacerlo con éxito me parece cuanto menos un auténtico logro.
Seguramente también habéis leído en alguna review otra crítica poco afortunada: el protagonista tiene poca carisma. Ok, no es Geralt of Rivia o Arthur Morgan, sino un samurái, con un código de comportamiento muy concreto y que, poco a poco, va evolucionando. Y, de hecho, esto es uno de los puntos más interesantes del juego.
Personaje y entorno conviven en harmonía para deleite del jugador. Las interacciones de Jin con la isla son fluidas, la mayoría de misiones secundarias trascendentes y los puntos de interés necesarios como contrapunto.
Relajarse, descansar y meditar en un manantial, componer un haiku, seguir a los zorros hasta su madriguera para obtener un talismán o simplemente dejarse guiar por los pájaros amarillos, que nos ayudan a descubrir estos maravillosos espacios o una potencial misión secundaria. Esas acciones hacen de Ghost of Tsushima una experiencia super equilibrada entre la fiereza del combate samurái, la tensión del fantasma y esos momentos tan “zen”. Sin embargo, el acceso a los templos, ya resulta un poco más tediosos y repetitivo.
Y todo esto acompañado de una belleza pocas veces vista en la historia de los videojuegos. Insisto, es un coctel fantástico, muy ordenado al servicio del disfrute del jugador. El reto no es adaptarse a unas mecánicas complejas para poder avanzar, sino descubrirlas y entenderlas mientras progresas.
La influencia de Kurosawa y el impacto en Japón
Todo esto bajo la inspiración clara del cine de Akira Kurosawa. Y no estamos hablando del modo en blanco y negro (que es una pasada) sino de la filosofía del cineasta y de cómo se aplica. Kurosawa utilizaba sus películas para transmitir un mensaje claro en un Japón que necesitaba reconstruirse. El individuo y su capacidad de decisión serán básicos como cimiento de una nueva era. Y eso queda claramente reflejado en Ghost of Tsushima.
Sucker Punch se ha rodeado de asesores y expertos en cultura e historia japonesa. No es casualidad que la prestigiosa Famitsu le otrorgara un 10/10. Muy poco videojuegos occidentales lo han conseguido. También le podemos sumar las declaraciones de Toshihiro Nagoshi (director de Yakuza):
“Honestamente, nos derrotaron. Sí, por supuesto que vamos perdiendo. Pienso que [Ghost of Tsushima] es un juego que debió hacerse en Japón” Son declaraciones basadas en el asombro en como se ha conseguido plasmar con autenticidad tanto el entorno, como el contexto y, especialmente, el personaje, con un diseño en consonancia a lo que necesita la historia, sin caer en la tentación de hacerlo más joven o atractivo.
Además, todos estos elogios también se traducen en ventas. Casi agotado en Japón, Ghost of Tsushima es ya la nueva IP de PS4 con mejores cifras de lanzamiento.
Samurái o Fantasma: Tu decides
Un tema que a mi me preocupaba era como podrían convivir dos estilos de lucha tan diferentes. El samurái siempre directo y con el honor por bandera con la oscura infiltración del fantasma. Al final tu escoges como quieres afrontar la mayoría de retos. Para los que nos gusta ir de frente ha sido un alivio. Progresivamente (como todo en este juego) terminas adoptando y dominando los dos estilos. Hay algunas misiones que te obligan a luchar de forma directa, mientras que en otras no te queda más remedio que utilizar el sigilo.
Con el samurái debes optar entre diferentes posturas seleccionando siempre la más idónea para poder superar a tu rival. La transición entre los diferentes estilos es bastante ágil y rápidamente te acostumbras. Igual de importante dominar los desvíos. En el árbol de habilidades se explica perfectamente. Con los puntos que obtienes después de superar misiones y combates puedes ir mejorando a Jin, optando por las posturas, los desvíos o por ejemplo las técnicas de fantasma.
En este caso los kunai, las bombas de humo o los petardos son bastante efectivos en ciertos momentos del juego. La recomendación es apostar por una de las dos opciones pero sin descuidar completamente al otro. Si vas a saco con la historia principal y no mejoras el personaje lo suficiente puedes encontrarte con serios problemas cerca del final. Por eso es tan recomendable realizar al menos los relatos secundarios de la señora Masako, el maestro Ishikawa y el monje Norio.
Veloz como el viento
Uno de los gran handicaps de los mundos abiertos es como se resuelve la agilidad entre misiones, el acceso a determinados sitios, la recolecta de materiales para mejorar el equipo, etc. Es algo esencial porqué la comodidad de las acciones permite centrarte en lo que es realmente vital: la historia y la interacción del protagonista con el entorno. En este caso todo es muy rápido y ágil.
Desde llamar al caballo hasta obtener el material para mejorar tu espada. Incluso cuando logras alcanzar la cima de un santuario luego puedes descender en cuestión de segundos. El viaje rápido se activa muy fácilmente. No quiero que se me malinterprete: Cabalgar por la isla es una gozada sin llegar al extremo de Read Dead Redemption 2, pero una vez más deja a elección del jugador como enfocarlo.
Pero lo que más me ha llamado la atención son los tiempos de carga: espectacularmente cortos. Casi no puedes ni leer los clásicos consejos que siempre salen en estas pantallas de espera. Es algo que vale la pena destacar porqué contribuye a esta sensación de frescura y comodidad.
Técnicamente es un portento, pero que no llega a la matrícula por algunos fallos en la IA y, en puntuales momentos, con la cámara, a veces traicionera.
Candidato a GOTY:
Sin entrar en la historia, que nos ha parecido fantástica e intensa, Ghost of Tsushima es un ejemplo de cómo deber ser un mundo abierto: Accesible, ágil, orgánico y progresivo. Con una belleza gráfica apabullante y un sistema de combate espectacular, Sucker Punch ha creado una obra maestra.