Sin duda el Camino fue una de las grandes novedades del pasado FIFA 17. A casi todo el mundo le encantó, más probablemente por su potencial en posteriores entregas que por lo que ofrecía realmente. Bueno, ahora ha llegado el momento de demostrar todo lo que prometía y sin duda lo ha hecho en FIFA 18. En este análisis, casi 20 días después del lanzamiento del simulador de EA, nos centraremos particularmente en El Camino y el Modo Carrera. Dos modos que, sin duda, requieren algo de tiempo para ser juzgados correctamente.
El Camino en FIFA 18:
(Aviso Spoilers) Alex Hunter vuelve para brindarnos la oportunidad de profundizar un poco más en su vida personal, elemento indispensable para seguir experimentando de forma completa lo que vive una estrella del fútbol en ciernes, con todos sus matices.
Después de un pequeño recordatorio, un partidillo de Street Football en Brasil abre la nueva temporada. En esta ocasión la posibilidad de tomar ciertas decisiones puede modificar el desarrollo de la historia. ¿Despedirás al tu manager después de un error enorme o seguirás confiando en él? ¿Ayudarás a tu mejor amigo a relanzar su carrera deportiva tomando el control de su vida?
Falsas expectativas, cambio de aires, lesiones o el reto de entenderte en el campo con un fichaje estrella en tu nuevo equipo son elementos que dotan a El Camino de una profundidad a años luz de la primera entrega.
Se había rumoreado con la posibilidad de elegir de inicio entre varios personajes, de diferentes ligas y con más posiciones que las ofensivas. Como hemos comentado, EA nos ofrece la posibilidad de jugar con Danny Williams, también delantero y con una personalidad de base mucho más arrogante. Algo es algo pero probablemente no es suficiente para los que esperaban más diversidad. Es verdad que probablemente el 90% de los jugadores elegiría ser delantero o jugar en posiciones ofensivas pero actualmente se están pagando auténticas barbaridades para laterales y centrales por no hablar de medio centros. Si estos jugadores no generaran nada más que rendimiento deportivo su coste probablemente sería inferior.
Básicamente este punto y que sea bastante corto es lo más negativo de El Camino. Las mejoras respeto la pasada edición son más que evidentes y el resultado final es un producto que roza la excelencia y enganchará a cualquier fan que alguna vez ha soñado con ser jugador.
Modo Carrera en FIFA 18:
Uno de los modos más populares al largo de los años es el modo carrera. Probablemente es uno de los modos en los que se explota más el incontestable dominio de la saga FIFA en el ámbito de las licencias, algo que le distancia exageradamente de sus competidores. De hecho, el Modo Carrera representa un poco lo que es este FIFA. La estrategia ha sido reforzar los puntos fuertes y maquillar un poco los flojos, sin llegar a solucionarlos. El problema está en el momento que esta potenciación de lo positivo acaba siendo algo simplemente estético.
Cierto que el mercado de fichajes es uno de los momentos estelares de FIFA y que la lógica dicte que esto se debe potenciar también tiene sentido. Pero algo que siempre se ha valorado del Modo Carrera ha sido su agilidad. Las nuevas escenas de negociación son tediosas, lentas y poco ágiles. Delegar la negociación tiene sentido en el 90% de las operaciones. Negociar con Guardiola, Klopp o Mourinho tiene su gracia un par de veces, después termina siendo repetitivo.
Poca cosa se ha mejorado más allá de un rediseño de la interface en algunos aspectos como centralizar mucho más la gestión de la plantilla. En definitiva, el modo carrera sigue siendo excelente pero las mejoras no añaden nada positivo, en cualquier caso le bajan un poco la puntuación. Gestionar los filiales de forma más compleja es una de las grandes asignaturas pendientes de este modo. La idea de dar más complejidad al proceso de fichajes es buena, pero simplemente está mal ejecutada.
Ultimate Team:
El modo estrella sobretodo para los menos veteranos, Ultimate Team, vuelve con los nuevos objetivos diarios a FUT 18 como una de las grandes novedades. También las Squad Battles son otra de las grandes novedades. Aquí poderemos tomar el control de otras plantillas de la comunidad FUT, mejorar nuestro ranking y ganar más premios.
Apartado técnico y jugable:
Frostbite ya está mucho más asentado en FIFA 18 y se nota. Las sensaciones controlando los jugadores son notablemente superiores a pesar que no exista un salto gráfico destacable. Pero esta es la idea, no se trata de dar ningún salto, simplemente pulir y lo han conseguido.
Pero como hemos comentado, a pesar de la lógica y las buenas intenciones, hay un rival que cada vez está más cerca apostando por un fotorealismo que, en algunos casos, deja en evidencia el trabajo realizado en esta edición. Decimos en algunos casos porqué para nosotros la sensación final es que FIFA aún super a PES en este aspecto si sumamos jugadores, estadios y también el diseño de los menús, por no hablar de la excelente recreación ambiental en lo sonoro.
A nivel jugable nos encontramos con una experiencia más realista, con jugadores perfectamente asentados en el césped gracias a una mejora en su peso y en su capacidad de reacción. Esto es fundamental para los que disfrutan de la simulación y optan por velocidades más lentas. Solo es así cuando los diferentes modos de juegos se aprecian mucho más. Es la primera vez que la IA empieza a jugar de forma similar a como lo hace el equipo real de turno. Parece que el tiki-taka para todos se está acabando y eso es una grandiosa noticia.
Otra de las novedades destacables en FIFA 18 es el cambio rápido. Puedes programar sustituciones antes de iniciar un partido y así no es necesario pausar el juego. Esto tiene sentido sobretodo para las partidas online
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Resumen
Muy buen producto siguiendo con esa habitual evolución progresiva sobre una base excelente que ya hemos visto en anteriores ediciones. El modo camino es excelente y tiene un margen de crecimiento bestial. Falta dar un salto en lo gráfico (tal y como intenta hacer la competencia). De momento la fórmula no da aún síntomas de agotamiento pero los rivales se acercan peligrosamente y las licencias no pueden ser el escudo para siempre.