Si algo tiene Blizzard es que sabe tomarse las cosas en calma, y así lo muestra con su saga más famosa y que más seguirores ha conseguido cosechar: Diablo. Podríamos hablar de un buen puñado de franquicias sobreexplotadas, tales como Final Fantasy, Street Fighter, Assassin’s Creed, Super Mario… En cambio, después de 13 años desde su primer capítulo, Diablo lleva tan sólo 3 títulos en el mercado.
Blizzard juega con eso, con la espera, la espera para algo de calidad, algo bien hecho y ese es el caso de Diablo III. Si la versión para PC ya es de por sí muy buena, esta adaptación para las consolas consigue atrapar al jugador desde su primer momento. Del mismo modo que ocurrió con el primer Diablo para consolas (concretamente para la PSX), o como ocurrió con Baldour’s Gate Dark Alliance y Baldour’s Gate Dark Alliance 2, Diablo III consigue adaptarse a la perfección en su versión para Playstation 3 y Xbox 360.
El videojuego es ágil y sencillo desde el primer momento, la gran cantidad de acciones y botones que utiliza el personaje se adaptan a todos y cada uno de los botones del mando, pero se asignan de tal manera que no resulta tedioso aprenderlo, es tan jugable que incluso los gamers menos hardcore se harán rápido con el control, disfrutando de la partida desde el primer momento.
Divertido si juegas solo, genial si lo haces en compañía:
Podríamos hablar de los estupendos gráficos, la absorbente historia, los diferentes personajes y las clases, lo divertido que resulta recoger objetos, armas y equipos. Pero lo que realmente marca la diferencia y convierte un buen pasatiempo en un auténtico divertimento es el modo multijugador, perfectamente plasmado para consolas en el modo tanto online como offline.
Diablo III permite hasta 4 jugadores en una misma consola y televisor, con 4 mandos, aunque también se puede jugar online, e incluso combinar (por ejemplo, imaginaos dos personas desde su casa y las otras dos a través de internet). Esto lo convierte en un constante divertimiento, en el que la cooperación e incluso algo de competitividad da horas y horas de diversión.
Es por eso que el videojuego se gana nuestra aprobación y lo recomendamos, tanto si se juega solo pero sobretodo si se hace en compañía. Sin duda, Diablo III no os defrauará.